Esta escena le da vida al sueño febril de Pedro Linares que dió origen a los alebríjes. El sueño tomaba lugar en un bosque- el cual según Linares era el inframundo. En este bosque habitaban criaturas que eran mezclas de animales y la palabra "alebríje" se repetía una y otra vez.
Él decidió darle vida a estas criaturas utilizando sus talentos en el arte de la cartonería, y decidió llamarlos "alebríjes". Esta creación suya pronto se convirtió en una de las artesanías mexicanas más reconozidas mundialmente y en una parte muy importante en la cultura mexicana.
La primera isla en la escena esta hecha de papel maché y adornada con piñatas y figuras/diablos de la quema de Judas para representar la cartonería y la vida de Linares antes de crear los alebríjes, por lo cual también se añadió su mesa de trabajo.
La segunda isla es el bosque donde viven los alebrijes y a dondé se dirige Linares guiado por un xoloesquincle y un puente lleno de cempasuchi para representar su viaje al inframundo.