La «era vikinga» va del año 790, cuando hacen sus primeras conquistas, hasta su llegada a Inglaterra en 1066. Los vikingos, que provenían de Suecia, Noruega y Dinamarca, lograron dominar gran parte de la isla de Gran Bretaña, Islandia, Groenlandia, el norte de Francia y de Alemania, así como algunas regiones de Rusia.