San Cipriano es venerado como un santo propicio para deshacer hechicerías y trabajos de magia negra. En las mesas de los maestros curanderos san Cipriano es considerado como un gran mago y curandero y está presente en cada mesa y no sólo en imagen sino también en las plegarias realizadas por estos maestros curanderos. A la hora de iniciar los trabajos los maestros curanderos piden permiso a Dios y a San Cipriano