Petrograbado de Cipactli

Entre campos agrícolas, cerca de Temamatla en el estado de México, sobre una roca ígnea de mediano tamaño (1 m de altura x 2 m de largo), los antiguos aztecas tallaron la imagen de un "cipactli", un ser mítico parecido a un lagarto que representa simbólicamente a la Tierra, de este personaje fantástico surgue un rostro humano. En la parte superior hay una horadación cóncava que servía para depositar ofrendas líquidas, es un xicalli, que traducido del náhuatl significa vaso. El sitio fue registrado por el arqueólogo Adán Meléndez como TA-007, quien considera que este espacio estaba dedicado a rituales de petición de lluvia al cerro Chiconquiat. Para el doctor Arturo Montero, el sitio cobra relevancia pues desde este lugar se aprecia la salida del Sol sobre la cima del volcán Iztaccíhuatl durante los equinoccios, completando una alegoría estética con el cerro Tenayo, digitalización de Julia Montero, febrero de 2021.