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La explotación de los áridos se realiza habitualmente a cielo abierto en canteras o en graveras. El proceso de explotación se inicia con el uso controlado y seguro de productos energéticos en voladuras controladas. El objetivo de esta primera etapa es fragmentar la roca en un tamaño y distribución específicos, de tal forma que optimice el proceso posterior de transporte y machaqueo, sin comprometer la seguridad y minimizando o eliminando los posibles efectos ambientales. Tras la carga se conduce el material a la plantas de tratamiento. En esta pasa por sucesivas fases de reducción de tamaño mediante equipos como trituradoras de mandíbulas, de impactos o giratorias y conos.
Finalmente, una vez reducido el material saliente es distribuido por tamaños a través de cribas y clasificadores para ajustarse a las especificaciones granulométricas de los productos comercializables.
Fuente: [FUNDACIÓN MAXAM](https://www.maxam.net/es/fundacion)